sábado, 7 de abril de 2012

El coche eléctrico, una ''novedad''... cargada de historia

Los coches eléctricos ya no son una rareza, nuevos modelos que aspiran a ser masivos como el Twizy, junto con ayudas de las administraciones buscan impulsar un nuevo modo de movilidad, aunque la tecnología de estos vehículos es veterana pues de hecho estos motores se fabricaron antes que los de combustión.

No obstante, el automóvil eléctrico no es ni mucho menos una novedad, de hecho se fabricaron antes que los de combustión interna (gasolina, diésel).

El primer modelo de coche eléctrico se creó en la decada de 1890. En un principio muy usado por taxis de Nueva York, pronto sería sustituido por el de combustión, explica el subdirector de innovación de Endesa y responsable del vehículo eléctrico, Jorge Sánchez. En la década de 1920, con Ford y su sistema de producción en cadena, el automóvil que hoy conocemos se presentó no sólo como una opción asequible -el petróleo, entonces era muy barato-, sino que además rompía las limitaciones de la batería, en cuanto a autonomía se refiere.

Las limitaciones de los coches eléctricos, el problema de estos vehículos del siglo pasado, está aún por resolver. De hecho, hoy es un reto para los investigadores. Y es que todavía no se ha descubierto el método eléctrico que permita recorrer medias y largas distancias.

Cormath, empresa que fabrica y distribuye vehículos eléctricos en todo el mundo, vende la mayoría de sus coches a empresas de mantenimiento, reparto, vigilancia y ocio, en especial, en el sector turístico. De hecho, es un producto ideal para ciudades, dado que no contamina ni mediante gases nocivos, ni acústicamente.

Futuro
A pesar de tales restricciones, tanto Jorge Sánchez como Pedro Arsuaga, autor del libro "Vehículos eléctricos y redes para su recarga: impacto en la Sociedad y en la Industria", creen en la primacía de los coches eléctricos en el futuro, por varias razones.

En primer lugar por su carácter ecológico. Bien es cierto que durante la producción de energía existe un componente contaminante, pero éste puede reducirse o eliminarse si se usan fuentes limpias.

Asimismo, los eléctricos son más eficientes que los de combustión. Los primeros cuentan con una optimización de entre el ochenta y el noventa por ciento de sus recursos, mientras que el coche al que estamos habituados, sólo entre el 25 y el 30%, explica Arsuaga.

En el ámbito español, el autor del libro también destaca la reducción de dependencia del crudo exterior.

Para su implantación sería necesario una gran reforma del sistema de recarga, además de un cambio en la concepción del automóvil. Así, éste pasaría a ser algo parecido a un teléfono móvil y aprovecharíamos nuestras horas de sueño para cargarlo. Sin embargo, llenar la batería de un coche debe necesitar bastante más electricidad que el móvil. Así es. Su consumo es parecido al de un aparato de aire acondicionado, explica el experto de Endesa, pero matiza que tal gasto eléctrico resulta más económico que llenar el depósito de gasolina.

En cuanto al tiempo que tarda en cargarse la batería, suelen necesitar varias horas. Los vehículos de Comarth, por ejemplo, entre cuatro y cinco. La recarga acelerada es otro de los retos del futuro.

En los primeros de comercialización, el coste de los coches también puede ser un problema, aunque se solucionará cuando su producción aumente y se fabriquen en grandes series. Además, puede que hasta el Gobierno copie la iniciativa de ayudas vasca.

Ante todo, el gran problema es la ya mencionada autonomía. De momento, la solución factible son los modelos híbridos, aunque la investigación no cesa en su empeño.

El director comercial de Comarth, así como Arsuaga y Sánchez, se muestran esperanzados con el ion litio, material cuya densidad energética es mucho mayor que otros. De hecho, es la materia prima de las baterías de móviles.

El experto de endesa también destaca las posibilidades de la recarga por inducción, es decir, sin cables. En Cormarth, por otro lado, ven gran futuro a otras opciones como los supercondensadores, una especie de pila común, capaz de almacenar y entregar energía, pero no a baja velocidad; la traspasan demasiado rápido.

Muchas son las opciones de futuro y otros tantos, sus inconvenientes; tantos como los que precisan los motores de combustión. ¿Son el futuro? Ello no puede predecirse al cien por cien. En nuestro presente, ya pueden ser políticas de empresa, sean para mejorar la imagen de una marca o captar nuevos compradores, pero en definitiva el coche eléctrico está abriendo su camino en el mercado.

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