miércoles, 4 de abril de 2012

Nacen 17 crías de lince en el centro portugués de reproducción

Un total de 17 crías de lince ibérico, una de las especies más amenazadas de Europa, han nacido y sobrevivido en las últimas semanas en el centro portugués de reproducción de Silves, cuyo objetivo es preservar y reintroducir al felino.

Sólo dos de las 19 crías nacidas desde principios de marzo no han sobrevivido, según informaron hoy a Efe fuentes del Instituto luso de Conservación de la Naturaleza y la Biodiversidad (ICNB), del que depende el programa de recuperación del lince, creado en cooperación con España.
Según el ICNB, en los últimos días han nacido doce de las crías y los alumbramientos empezaron a principios de marzo.
Todas están bajo los atentos cuidados del centro de Silves, en el sur del país, y once de los animales son amamantados naturalmente, aunque en nidos artificiales, por las hembras Fresa, Flora y Fruta.
Las camadas de linces se componen normalmente de dos ejemplares, aunque las últimas nacidas en Silves han sido de cuatro, resultantes del apareamiento de animales de tres años nacidos ya en cautiverio, la mayoría en el centro de El Acebuche, en el Parque de Doñana, que los cedió a Portugal.
Los recientes alumbramientos han llenado de crías el centro, que durante 2011 vio morir a los cinco primeros cachorros nacidos en sus instalaciones de madres primerizas.
Sus responsables están ahora más esperanzados sobre las posibilidades de desarrollo de las nuevas crías, que darían un gran impulso al plan de repoblación.
La cría del lince se desarrolla de forma paralela a la recuperación de los espacios lusos protegidos que habitarán los felinos cuando puedan ser devueltos a su medio natural.

Centro Silves

El centro de Silves, situado a unos 250 kilómetros al sur de Lisboa e inaugurado en mayo de 2009, forma parte del programa hispanoluso para recuperar la especie y reintroducirla en su hábitat tradicional de la península Ibérica.
La instalación, equipada con modernas tecnologías para la reproducción y cría y con una capacidad máxima de 32 ejemplares, ha recibido desde finales de 2009, en diferentes fases, a 16 felinos adultos y tres jóvenes cedidos por España.
Para el éxito del proyecto, es necesario lograr al menos un núcleo reproductor de 60 animales (30 machos y 30 hembras) durante las próximas décadas.
Se estima que en la península Ibérica puede haber ahora de 200 a 300 linces en libertad, aunque en Portugal se considera un animal virtualmente extinguido.
El último ejemplar luso conocido fue detectado en la Sierra de La Malcata, junto a la comunidad española de Extremadura, en 1992.
Con un peso medio de 8 a 12 kilos, el animal abundaba en el bosque y matorral mediterráneo, pero la degradación de su entorno y la reducción abrupta del conejo silvestre, su principal fuente de alimentación, llevó a la especie al borde de la extinción en el siglo pasado.
Los naturalistas consideran que la desaparición del felino sería una pérdida irreparable para el patrimonio genético y la biodiversidad y, en cambio, su reintroducción en el entorno natural demostraría una mejora medioambiental de la península. EFEverde

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