lunes, 21 de enero de 2013

Alertan expertos sobre afectación de arrecifes por cambio de temperatura


De acuerdo con un estudio realizado por investigadores mexicanos, los arrecifes del Pacífico han sufrido cambios en la cobertura del coral, blanqueamiento por bajas y altas temperaturas derivadas de eventos como el Niño o la Niña.

Además han detectado que la transformación también se debe a la erosión biológica de sus estructuras ocasionadas por esponjas que al parecer se aceleran en condiciones de contaminación y estrés en el coral.

Para el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE) estos fenómenos ejercen un efecto negativo sobre las comunidades arrecifales y en consecuencia influyen en el resto de los organismos que los habitan y cuya diversidad depende de la estructura construida por los corales.

Por ello, los especialistas sugieren mantenerlos monitoreados ya que la degradación de estos ecosistemas podrían tener efectos indirectos sobre las economías locales, porque disminuiría la pesca, se perdería el atractivo turístico, y su destrucción haría más vulnerable a la población ante eventos extremos como huracanes o tormentas.

El doctor Luis Eduardo Calderón Aguilera del Laboratorio de Esclerocronología, Ecología y Pesquerías de la Zona Costera del CICESE, explicó que los arrecifes coralinos son ecosistemas que albergan una gran diversidad debido a su alta productividad, heterogeneidad estructural y distribución geográfica.

Agregó que desde el punto de vista ecológico, los arrecifes coralinos resultan valiosos porque son hábitat para alimentación de pescados, así como la reproducción y crianza de varias especies cuyo valor económico es de suma importancia.

La investigación da a conocer que los arrecifes son un potencial biotecnológico, un banco de valor incalculable, además recalca su importancia como protección de la línea de costa ante huracanes, oleaje y eventos extremos; son atractivos turísticos para buceo, así como reservorios de carbono.

El estudio detalla que en la costa mexicana del Pacífico, los arrecifes de coral se presentan en aguas someras entre cero a 25 metros de profundidad, desde el sur del Golfo de California hasta Oaxaca, y las islas Revillagigedo en Colima, donde construyen estructuras de menos de tres metros de espesor.

De acuerdo con el CICESE, los arrecifes son capaces de recuperarse de disturbios intensos, pero no a los crónicos, ya sean naturales o antropogénicos (generados por el hombre); sin embargo, su recuperación es más lenta que cuando resulta cortado en pedazos, por lo que su variación en comunidades coralinas se entienden a través de la escala del disturbio que han sufrido.

Como medidas preventivas para los arrecifes, el CICESE propone prohibir cambios en el uso de suelo, controlar las actividades de buceo y pesca. Además prevén que la variabilidad de la temperatura podría aumentar la susceptibilidad de los corales y detonar enfermedades.

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