La contaminación que afecta estos días a numerosas provincias chinas es en algunos lugares tan densa que anoche una fábrica de muebles de la ciudad oriental de Huzhou se incendió y ardió durante tres horas, hasta que alguien diferenció el humo de la polución y llamó a los bomberos.
Según informó la agencia Xinhua, el accidente, ocurrido en el
condado de Anji, en la provincia de Zhejiang, a unos 250 kilómetros de
Shanghái, tardó tanto en ser detectado que, cuando llegaron los
bomberos, necesitaron diez horas para apagarlo, sin poder evitar que
arrasara 1.000 metros cuadrados de fábrica y los muebles que había en
ella.
Xinhua reconoció que los habitantes de la ciudad tardaron en
darse cuenta de lo que sucedía porque no notaron la diferencia entre el
humo del fuego y la neblina de contaminación.
Pekín cerró ayer de
manera temporal más de un centenar de fábricas, plantas químicas y
obras de construcción, después de tres días consecutivos con sus peores
registros de contaminación de su historia.
No sólo las provincias
cercanas a la capital, en el noreste chino, sino también las del este y
del centro este, como Jiangsu, Zhejiang, Anhui, Hebei y la municipalidad
de Shanghái, han registrado un importante empeoramiento de su calidad
del aire en los últimos días.
El Gobierno chino prometió ayer que
tomará "medidas activas" para "continuar controlando" la contaminación
del aire, aseguró el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Hong
Lei.
Según Greenpeace, sólo en 2012 los altos niveles de
contaminación del aire causaron unas 8.500 muertes prematuras en varias
de las principales ciudades del país: Pekín, Shanghái, Cantón y Xian.
EFEverde
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