jueves, 24 de enero de 2013

Una iniciativa para devolver "cada mochuelo a su olivo"

La antigua abundancia en los campos del mochuelo le hizo protagonista del viejo dicho que manda a cada cual "a su olivo", y ahora un proyecto busca recuperar su vigencia poniendo freno al marcado declive en las poblaciones de esta pequeña rapaz nocturna.


Para que el mochuelo "vuelva a ser lo que era", la organización Brinzal lanzó el año pasado -con financiación de la Fundación Biodiversidad- la iniciativa "un mochuelo en cada olivo", que busca implicar a agricultores de una zona del sureste de Madrid en la conservación de estas aves.
"El mochuelo siempre ha sido un ave muy común en nuestros campos, pero sus poblaciones están disminuyendo alarmantemente", ha asegurado a Efeverde Patricia Orejas, la coordinadora de Brinzal.
En la última década, el número de mochuelos ha caído un 40 % -la población estimada es de 50.000 ejemplares- "principalmente por el abandono de los cultivos tradicionales y los cambios en los usos de la agricultura", ha apuntado Orejas.
La bióloga destaca el impacto de la intensificación agraria, que provoca que desaparezcan las lindes de los cultivos, los árboles viejos, los setos y los posaderos donde el ave encuentra refugio y alimento.
Los agricultores que quieran sumarse al proyecto tendrán que cumplir una serie de requisitos para que sus usos agrícolas sean compatibles con la presencia del ave: por ejemplo, no roturando los olivares más de una vez al año o controlando el uso de fitosanitarios.
También colocan pequeñas estacas donde puedan posarse los mochuelos, "porque una de las cosas que echan de menos son los posaderos desde los que cazan sus presas", ha comentado Orejas.
A cambio de su participación, Brinzal etiquetará los productos de los agricultores con un sello que certifique su carácter "favorable al mochuelo".
Sin olvidar que esta pequeña ave nocturna es una gran aliada de los agricultores, ya que combate gratis y de forma natural las plagas de roedores y langostas.
De momento, el proyecto abarca 300 hectáreas -principalmente de olivar, pero también viñedos y huertos ecológicos- de cultivo entre Morata y Perales de Tajuña, una zona agrícola del sureste de la Comunidad de Madrid.
Como parte de la iniciativa, Brinzal ha liberado en el área unos 25 mochuelos, "pacientes" de su hospital de rapaces nocturnas o juveniles criados en cautividad en sus instalaciones.
Brinzal es una asociación dedicada desde 1986 al estudio y la conservación de las rapaces nocturnas, y su principal actividad es la rehabilitación de estas aves en su "hospital" de la Casa de Campo de Madrid.

No hay comentarios:

Publicar un comentario